La inflación
y la suba del dólar están poniendo en jaque a aquellos deudores que tienen
pasivos que se ajustan por Unidades del
Valor Adquisitivo y que están vinculados al costo de vida, con una deuda que
queda fija en UVAs al igual que sus cuotas. Tras aquel inicio prometedor de la
operatoria, en abril del 2016, hoy la realidad de los deudores se ve seriamente
complicada a raíz de la inflación y el indomable comportamiento del dólar.
A modo de ejemplo, sólo en abril
un deudor que tomó una deuda ajustada por UVA en 2016 sufrió un incremento del
52% en el stock del dinero adeudado y lo mismo en el valor de sus cuotas.
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